Cocer 50 mililitros de agua con una cucharadita colmada de anís en grano durante 5 minutos. Dejar reposar hasta que se enfríe. Colar y medir 33,75 ml.
Pesar y medir el resto de ingredientes.
Calentar el AOVE hasta que alcance los 180º. Dejar enfriar.
Colocar todos los ingredientes en un bol y amasar hasta conseguir un compuesto homogéneo.
Dividir la masa en porciones de igual tamaño de unos 10-15 gramos.
Moldear los trozos de masa formando un tubo.
Colocar en la mesa de trabajo y estirar con el rodillo ligeramente.
Enrollarlos sobre sí mismos formando un rollito.
Una vez preparados todos los coquillos calentamos el aceite a temperatura media-baja. Freímos en tandas pequeñas.
Sacar sobre papel absorbente.
Bañar los coquillos en miel antes de servir.
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