Pelar la cebolla y cortar en brunoise.
Pelar los ajos y cortar en brunoise.
Lavar, secar y despepitar los pimientos. Cortar en paisana por separado y reservar.
Lavar y secar el laurel y los pimientos choriceros.
Salpimentar las costillas.
En una cazuela de barro con unas cucharadas de AOVE caliente saltear las costillas hasta que estén doradas por ambos lados. Sacar de la cazuela y reservar.
En ese aceite pochar la cebolla a fuego lento y tapada. Retirar un poco de grasa si las costillas han soltado mucha durante el salteado.
Añadir los ajos y cocinar cinco minutos más.
Agregar el pimiento rojo y seguir cocinando a fuego lento hasta que esté blando.
Incorporar el pimiento amarillo y finalmente el verde. Cocinar hasta que estén hechos.
Reincorporar las costillas a la cazuela, a fuego medio, añadir el vino y dejar evaporar unos minutos.
Cubrir con agua. Añadir el laurel, un poco de sal y los pimientos choriceros.
Dejar que el agua empiece a hervir, bajar el fuego y tapar la cazuela.
Cocinar durante 90 minutos aproximadamente.
Sacar las costillas de la cazuela y reservar. Desechar la hoja de laurel y los pimientos choriceros. Triturar el resto con una batidora.
Pasar la salsa por un colador.
Volver a poner las costillas en la cazuela junto con la salsa colada. Poner a punto de sal.
Dejar cocer un par de minutos todo junto y servir caliente.
Guarnición: esparragos verdes salteados y zanahorias vichy.
0 raciones