Flan

Pesar y medir los ingredientes.
Lavar el limón, secar y sacar dos tiras de zeste.
Abrir los huevos.
Hacer un caramelo a fuego lento con el azúcar y unas gotitas de limón. Echar en los moldes. Reservar.

Calentar 150 ml de leche en una cazuela junto con la canela y el zeste de limón. Cuando alcance el punto de ebullición retirar del fuego, tapar y dejar que se enfríe hasta los 40º.
Colar y añadir el azúcar, remover muy bien para que se disuelva.
Poner en un recipiente adecuado los huevos, mezclar con unas varillas, no batir para que no hagan burbujas de aire. Incorporar la leche fría y la infusionada. Remover suavemente hasta conseguir un compuesto homogéneo. Colar para que quede más fino.
Repartir en los moldes dejando un centímetro en el borde.
Colocarlos en una cazuela de hierro colado y echar agua que esté a 90º hasta tres tercios de los moldes. Colocar un paño de cocina en la tapa para que quede por dentro. Tapar la cazuela. Cocer los flanes a fuego bajo, nunca puede alcanzar el punto de ebullición, así se evitarán las burbujas en el flan. Tardarán en cocerse 120-150 minutos. Para saber que están hechos pinchar una pequeña aguja o palillo en el centro, si sale limpia estarán en su punto. Se pueden cuajar igualmente en el horno al baño maría, pero siempre evitando que el agua burbujee, aquí tardarán en hacerse unos 35 minutos.
Sacar los flanes del baño maría y dejar enfriar. Tapar con film alimentario o papel de aluminio y refrigerar 24 horas antes de desmoldar.
Servir frio.
Nosotros los hemos cortado con un corta pastas en forma de corazón y decorado con violetas, azúcar perlado y galletas trituradas.